“Estoy en eso”


“Estoy en eso”. Cuando he dicho esto (dependiendo de la circunstancia) es que no lo he hecho, pero ya mismo lo saco, no sé cómo empezarlo, no sé cómo terminarlo, cómo llevarlo al próximo nivel, en el que no sólo presento la cosa, y de pronto pongo imágenes del proceso. Ahora tengo que empezar a hablar de cómo ese proceso llevó al resultado final. Esto implica determinar lo que funcionó y lo que no funcionó, identificar lo que qué se puede mejorar para aprender del proyecto como individuo y en relación al equipo con el que se trabajó. Asimismo, la reflexión sobre el impacto económico, social, político (si aplica) dentro de las esferas en las cuales se hizo posible producir los proyectos en sí es crucial para llevar una práctica consciente. Es mucho más complejo de lo que parece, sin embargo, me gusta mucho el hecho de que “estoy en eso”. Todavía me falta un poco, pero creo que en un par de días lo saco.

En mi caso actual, estoy en un proceso de hacer una actualización de mi portafolio en línea. Quería cambiar el enfoque del mismo, dirigirlo a áreas específicas que van a tono con las áreas del diseño que me interesan más en estos momentos. A la misma vez, cambié el diseño y la plataforma para manejar el contenido. La versión anterior la diseñé y programé en HTML/CSS y básicamente el contenido lo coloqué manual en cada página. No había casi nada dinámico, pero fue algo sencillo de hacer en el momento, y fue efectivo… Hasta el momento de añadir nuevos proyectos. Es por eso que cuando decido entrar al mundo de los sistemas de manejo de contenido, o mejor conocidos por CMS (por sus siglas en inglés), selecciono WordPress, posiblemente el más user-friendly en cuanto a contenido, pero en cuanto a customización de diseño y programación, a menos que sepas PHP, puede ser un tanto complicado. Tienes dos opciones: buscar un tema que se parezca bastante a lo que quieres hacer y modificar su CSS, HTML y el PHP que entiendas porque es más HTML en algunos momentos, o contratar/secuestrar/rogarle a algún programador que te ayude a traducir tu diseño en un tema único para WordPress.

Como el enfoque de esta página es que sea lo más sencilla y genérica posible para que los proyectos presentados sean los protagonistas, hice la primera opción. No voy a negar que traté la segunda, pero de pronto el tiempo aprieta y uno prefiere resolver. Sin embargo, estoy contenta con el resultado. Es una página muy limpia, cumple su propósito, es útil.

En cuanto al contenido, ya tengo los textos en un nivel factual, a un nivel bastante descriptivo de los procesos y los resultados de cada proyecto. He llegado, en algunos casos, a delinear algunos métodos y procesos de arquitectura de información, de usabilidad, de diseño de interfaz, entre otros. Sin embargo, todavía me falta hacer un análisis más profundo de los proyectos para determinar, por ejemplo, si las metodologías de diseño aplicadas funcionaron en el contexto del proyecto, si las herramientas que se usaron fueron efectivas o no y por qué, por sólo mencionar dos maneras en las cuales una reflexión y análisis profunda de algunos proyectos puede hacerte ver cómo has madurado en tu práctica como diseñador(a), y todo lo que te falta por aprender y por aplicar a futuros proyectos.

Esa última parte puede ser un tanto frustrante. Son pocos (pero los hay, y puedo dar fe de ellos) los diseñadores que conozco – y quizás sea una circunstancia local, generacional, del momento histórico, you name it – que están aplicando métodos de diseño conscientemente son muy pocos, porque no se están haciendo update con las nuevas tendencias/métodos, o no están leyendo sobre las relativamente nuevas brechas del diseño y lo efectivas que pueden ser, lo mucho que pueden ayudar. Hay tanta tela pa’ cortar… Yo “estoy en eso”, a paso muy lento pero seguro.