Sí, lo admito. Creo que he abusado de las dos palabras que componen el título de este post. Hay algo de su condición binaria y fonética que es muy atractiva, además del hecho de que logran decir mucho con poco. Y es que siento que en el tiempo que llevo estudiando y trabajando en el campo de diseño, cada vez me tienen más sentido. No es porque de pronto comprenda mejor lo que significan, sino porque me parece que estos elementos compositivos tienen el poder de validar y aclarar muchos problemas, argumentos y discusiones.
A sabiendas que micro significa pequeño, y macro significa grande, cuando uno piensa en diseño, es inevitable preguntarse cuál va a ser la escala del proyecto que vas a trabajar, por dar un ejemplo concreto. Esto te da una idea de las metodologías a utilizar, los procesos a aplicar, los resultados que puedes obtener, las aplicaciones que podrían funcionar para el mismo. Digamos que hablar del micro y/o del macro es de los aspectos más importantes de cualquier proyecto de diseño. Aquí también entra el diseño visto como el macro y sus especialidades (diseño gráfico, industrial, de modas, entre otros) vistas como micro de ese macro. Pensando en esa manera de relacionar el micro y el macro al diseño, me pregunto si es posible de esa manera clarificar nociones sobre el rol y las capacidades del diseñador en cualquier ámbito.
Como en muchos escenarios (que van desde países a empresas y grupos sociales) no se tiene claro, no es tan visible que un diseñador —sea cuál sea su disciplina de especialización— piensa de una manera específica (Archer, 1995) en la que puede brindar servicios y traer a la mesa soluciones dentro del plano de la innovación, no se incopora a procesos más macro dentro del alcance de un proyecto. En muchos casos, se incorpora en fases en las que no puede hacer bien su labor. El típico ejemplo, especialmente con los diseñadores gráficos, es recurrir a ellos para el plano meramente estético. Y no es que esto haya estado siempre mal, es que la misma práctica se ha transformado. El momento histórico requiere una reevaluación del rol del diseñador como un ente más macro para que pueda realmente diseñar y dejar de adornar. Un ejemplo concreto de una metodología de diseño aplicada a estrategia de negocio es Design Thinking de Tim Brown (2008). Me parece que muchos proyectos podrían beneficiarse de esta metodología y servir a su vez como un ente educador para sacar la noción del diseño del micro al macro.